Era una apacible tarde de primavera y el esplendor que nos envolvía invitaba a compartirla.
Nuestra amiga la Locura reunió a sus amigos a merendar en su casa y todos acudieron. Después de la merienda, la Locura les propuso jugar al escondite. ¿Qué es eso?, preguntó la Curiosidad. El escondite es un juego, cuento hasta cien y os escondéis; cuando termine empiezo a buscar, y el primero que encuentre será el siguiente en contar.
Todos estuvieron de acuerdo, menos el Miedo y la Pereza. 1,2,3… la Locura empezó a contar y apresuradamente corrieron a ocultarse. La Timidez, tan apocada como siempre, se agazapó entre unas matas. La Alegría retozó por el jardín. La Tristeza gimoteaba por no encontrar el lugar idóneo. La Envidia acompañó al Triunfo a ocultarse con él, detrás de unas rocas. La Locura seguía contando, mientras sus amigos se escondían. La Desesperanza se exasperaba al oír que la Locura iba ya por el 99. ¡Cien!, gritó la Locura, ¡comienzo a buscar!
A la primera que encontró fue a la Curiosidad, esta no pudo aguantar en su escondrijo sin saber quién era el primero en ser descubierto. Al mirar a un lado, la Locura vio a la Duda en un terraplén, vacilando sobre el lugar mejor para esconderse. Después descubrió a la Alegría, la Tristeza, la Timidez… Cuando estaban todos reunidos, la Curiosidad preguntó: ¿Dónde está el Amor?, pero nadie lo había visto. La Locura empezó a buscarlo, trepó hasta la cima de la montaña, en los barrancos… pero no encontraba al Amor.
Con este alboroto, la Locura se fijó en unos matorrales, cogió una caña y empezó a buscar entre la maraña de arbustos, y… de pronto escuchó un chillido lastimero, era el Amor que gritaba porque, accidentalmente, su amiga le había pinchado en un ojo. La Locura no sabía qué hacer… justificó su torpeza, rogó al Amor que la abrazara, prometiéndole estar siempre a su lado y... el Amor la creyó, aceptando sus disculpas.
Hoy, después de un largo viaje y con una luna beige que inunda su felicidad, aún gritan para que esa luna enrojezca, el Amor está ciego y la Locura le acompaña.
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